El inhóspito balneario cuenta con casas de veraneo a las que se sumaron otros asentamientos polémicos durante el último tiempo.
MIRAMAR (Corresponsal).- Al no contar con cobertura médico asistencial y presencia policial en Centinela del Mar durante todo el año, los concejales de Cambiemos/UCR presentaron un proyecto de resolución justificando la necesidad de instalar una sala de primeros auxilios que funcione durante el receso lectivo de verano, en la escuela rural que posee la villa balnearia.
Del mismo modo, solicitaron que la policía local evalúe la viabilidad de designar a un efectivo o implementar rondines con un medio de transporte idóneo para satisfacer las necesidades de turistas y quienes residen en la zona aledaña.
El proyecto estuvo basado en que, a los habitantes especialmente de los campos y estancias linderas se les suma la concurrencia significativa de visitantes en época estival.
“Tanto los residentes como los visitantes de dicha comunidad, merecen ser considerados en igualdad de condiciones que el resto de los vecinos del distrito”, manifestaron los ediles Fabián Barberini, Marita Barrios y David Viola.
Por otra parte, sigue sin avanzar la iniciativa para declarar de Reserva Natural a una importante porción del territorio costero de General Alvarado, un tema por demás trascendente debido al accionar humano que no mide las consecuencias.
Sus caminos naturales y dunas están siendo ferozmente erosionadas por el paso sin controles de cuatriciclos, motos enduro y otros vehículos 4×4.
Al encontrarse a 70 kilómetros de Miramar, en un lugar solitario junto al límite geográfico hacia Lobería, con escasos habitantes estables y sin presencia municipal, este lugar se transforma en un paraíso para quienes gozan de este tipo de actividades, sin importarles nada. Es más, muchos llegan desde otros lugares de la zona en donde está prohibida, o al menos más limitada, la circulación sobre los médanos.
En 2008 el Concejo Deliberante promulgó la ordenanza municipal 203/08 que declaró a los acantilados de Centinela del Mar como “Sitio de Interés Geológico y Paleontológico” aunque recién en 2012 se comenzó a pensar seriamente en un espacio de protección arqueológica, paleontológica en dunas, acantilados y restinga, anexando 15 kilómetros de costa loberense hasta el arroyo “El Moro”.
La realidad actual marca que el trámite está frenado y que lo presentado en su oportunidad por parte de la Dirección de Gestión Ambiental del municipio ante el gobierno provincial quedó en archivo.
Según trascendió, existe la posibilidad de una acción conjunta con otras instituciones interesadas para intentar reactivar el proyecto.